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¿Has pensado que alguna vez puedes llegar a ser padre de tu madre y de tu padre y abuelo de ti mismo?

CRISIS DE IDENTIDAD


¿Has pensado que alguna vez puedes llegar a ser padre de tu madre y de tu padre y abuelo de ti mismo?
Lo de que madre solo hay una y a ti te encontré en la calle, es algo que con el paso del tiempo ha quedado fuera de lugar. Desde que hace años se aprobara la ley del divorcio, ahora nos podemos encontrar con más de una madre, con padres ni te cuento y con hermanos de padre, de madre, de leche, de probeta y hasta clonados.
Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por una parte, desaparece la figura poco alabada y reconocida de la sufrida madre de familia numerosa que fue santo y seña de nuestra sociedad hasta la década de los ochenta. Por otra, surge un nuevo tipo de familia fruto de las uniones de parejas separadas donde sus conyuges aportan sus respectivos vástagos hasta formar un cóctel que puede ser una bendición o una bomba según el barman que lo prepare.
Lo que le ocurrió a nuestro protagonista fue esto último, tal era el galimatías que se formó en su familia que al final el pobre hombre no sabía ni quien era. Os aconsejamos que los leáis despacio, con papel y boli al lado, porque si no al final ni vosotros mismos sabréis quienes sois:

Esta es la carta dirigida al Juez por un hombre que abandonó a su familia:
«No culpe a nadie de mi ausencia, me fui de casa porque en dos días más que viviera allí no se quién sería. Verá usted señor Juez. Tuve la desgracia de casarme con una viuda, ésta tenía una hija; mi padre por desgracia era viudo, se enamoró y se casó con la hija de mi mujer, de manera que mi esposa era la suegra de mi padre, mi hijastra se convirtió en mi madrastra y mi padre era al mismo tiempo mi yerno. Al poco tiempo mi madrastra trajo al mundo un varón que era mi hermano, pero era nieto de mi mujer, de manera que yo era el abuelo de mi hermano. Con el correr del tiempo mi mujer trajo al mundo un varón, que como era hermano de mi madrastra, era cuñado de mi padre y tío de su hijo, mi mujer era nuera de su propio hijo y yo en cambio padre de mi madre; mi padre, mi madre y mi mujer son mis hijos; mi padre y mi mujer son mis hermanos; mi mujer es mi abuela, ya que es la madre de la mujer de mi padre y además yo soy mi propio abuelo.»
Ya vera usted señor Juez, me fui de esta familia porque en el fondo no se ni quien soy.

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