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UN DERECHO QUE SE NOS TUERCE


¡SOLUCIONES YA!

CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA.Artículo 35.
1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.

Escrito está en nuestra Constitución, así queda reflejado en su artículo treinta y cinco. Pero como tantos otros, este artículo de obligado cumplimiento hace agua por los cuatro costados. Hoy , primero de mayo de 2010 se celebra una vez más el día del trabajo. Muchos son los nubarrones que se ciernen sobre nuestra economía, y las cifras que se barajan a nivel nacional no son nada halagüeñas: más de cuatro millones y medio de parados (oficiales) dentro de una situación económica cada vez más deteriorada invitan poco a la esperanza y a la fiesta. Sobre este tema están corriendo ríos y ríos de tinta como se diría antiguamente y se suceden las noticias, las tertulias, las opiniones, ahora los comentarios en los blog donde cada uno tiene su idea y su solución al problema.
Los que no parece que la tengan son aquellos que han sido elegidos para este fin. Pero está claro que este no es un problema menor, de hecho es el que más preocupa hoy en día a la mayoría de los españoles según las últimas encuestas. Y ya lo dice el refrán «a grandes males grandes remedios». Y mientras las fuerzas políticas se pierden en debates estériles la gente de a pie pedimos eso: SOLUCIONES. Ha llegado el momento de que gobierno, oposición, sindicatos, patronal, y todo aquel que tenga responsabilidades sobre este tema se sienten a negociar y den precisamente la imagen que todos esperamos de ellos: la de trabajar unidos para solucionar un problema que hoy es preocupante y mañana puede ser insoportable. ¿Tan difícil es llegar a acuerdos? A juzgar por los hechos parece ser que sí.
Visto lo visto, leído lo que se lee y oído lo que se oye, no es este un día precisamente para celebrar. Pero si encima nosotros mismos nos quitamos la fiesta ¿qué nos queda?. Así que amigos, por un día que olvidemos todo no va a pasar nada, mañana como decía el otro, es sólo un adverbio de tiempo. Disfrutemos de nuestro día aunque algunos lo hagan trabajando (cuántos quisieran poder decir lo mismo)

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