Y ahora sí, se acabaron las fiestas también para nosotros. Muchas gracias a todos los que nos seguís. Sin vuestro apoyo y vuestra presencia, esto no sería posible.
Os dejamos con algunas fotos de la cena de ayer y terminamos con el texto que acompaña a ese vídeo, que lleva la firma de Besana, con el que terminó la noche villoreja.
Hoy te has vestido de fiesta,
te has vestido de peña.
Esa peña que no es roca,
pero es dura como ella,
y nunca falta a su cita.
Siempre presente,
siempre joven y bendita,
aunque sea con la frente marchita.
A la espera cada año,
cada septiembre,
cada Virgen de la Vega.
Por detrás, lleva tu nombre:
Pascual , Manuel, Adela…
Por delante, el de tu peña:
Chirimbiki, Gaviotas, La Vega…
Se vienen días movidos,
tiempo de charangas ,
toros, comidas y verbenas.
De color y alegría.
Color y calor
que dan esas camisetas,
trajes de fiesta
del primer al último día.
Te han dolido los pies
de saltar y bailar.
Y la boca de comer,
beber, cantar y besar;
sí , de besar:
de dar rienda suelta
a sueños y pasiones.
De tus ansías de vivir la vida,
esa que corre por tus venas,
brincando de contenta,
rompiendo corazones.
Te has juntado con amigos,
has reído, has llorado
y te has puesto colorado
por un beso robado.
Preludio de una noche de amor
a la luz de la luna,
bajo un manto de estrellas.
Oscuridad que enreda,
envuelta en el suave susurro
de los aires de la alameda.
Y aquí se nos fue el verano,
el primer amor, el buen tiempo,
la fiesta y los calores.
El otoño regresará
con su variada paleta de colores,
y retornará a Villoria
para sumar un año más
a su milenaria historia.
Volverá a pintar de verde,
ocres, dorados y grises plomizos:
caminos, campos y parajes.
A llenar sus calles de tristeza …y apatía
de sufrida añoranza
y dulce melancolía.
Es el precio que pagamos
los que nos quedamos,
largo y duro es el peaje.
Pero, que nadie se asuste
que,si Dios quiere,
y el tiempo no lo impide,
aquí estaremos el próximo verano.
Y si no estamos aquí,
estaremos allí, en lo alto,
escondidos tras una nube,
junto a todos aquellos
que ya nos dejaron;
vigilantes, con la camiseta puesta
y el cubata en la mano.
Por todos vosotros,
por los de arriba ,
por los de abajo,
por los ausentes,
por todas tus gentes:
Salud y larga vida, Villoria,
la villa que esconde una sonrisa,
aun cuando llora.
¡Viva la Virgen de la Vega!














































