La luz que ilumina nuestra torre.

Ahí está. No es la más bonita,
ni la más hermosa, pero es la nuestra.
Vieja, desgastada y resquebrajada. Torre vigía de campos, calles y rincones de un pueblo que ha sufrido y sufre en silencio, como pocos han sufrido, la marcha anticipada de gente joven, demasiada gente joven; jóvenes añorados y llorados, que no solo viven en nuestra memoria y nuestros recuerdos, también en nuestros corazones.
Quizá ese halo brillante que se atisba sobre su torre, sea la señal de que su luz nos iluminará siempre desde el cielo.

Te interesa

Las mujeres de las Villas participan en el homenaje a Carmen Martín Gaite.

Se suceden los actos para celebrar los 100 años del nacimiento de la escritora salmantina …