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¡QUE SE JODAN!


Una más. Parece que nuestros queridos mandatarios se hubieran puesto de acuerdo para regalarnos frases, exclamaciones e improperios con los cuales pasarán a la historia a falta de otras cualidades que serían acogidas con menos algarabía y más agradecimiento por parte del personal. Desde el «por qué no te callas» del mismísimo rey al «que se jodan» de la Fabra, pasando por el «manda huevos de Trillo» y otras lindezas que ahora no vamos a recordar.

A la señora o señorita -hija del señor al que más ha tocado la lotería en este país-, le traicionó el subconsciente. ¿En qué estaría pensando?. Yo creía que a la parlamentaria del PP se la había mal interpretado y se la echaron a la yugular por una exclamación que, ni mucho menos, quería expresar aquello que sus enemigos han querido hacernos ver. En mi modesta opinión, es probable que estuviera en un cierto duermevela, cosa que se repite con cierta frecuencia en esa santa casa, y lo que ella entre sueños atinó a oír es que habría más parados y ahora ¿en qué ocuparían su tiempo libre?, entonces ella, en medio de un dulce sueño tuvo una brillante idea y la soltó como quien suelta un cuesco en medio de un funeral: «pues que jodan», eso es lo que dijo. Que jodan más, que ahora con los adelantos y las pastillas del día antes y del día después, echar un kiki que diría el otro, no es sinónimo de engendrar un hijo. Ya lo decían los hippies: haz el amor y no la guerra. Y esto es lo que entendí que esta mujer de armas tomar nos quiso decir. Y es que hay que ser malo para decir lo contrario cuando está bien claro lo que dijo. ¿A qué malvado (s) se le ocurre pensar que se ha metido con sus colegas del PSOE o con los parados? ¡Pero que mal pensados son!.

Esto es lo que yo pensaba que había ocurrido hasta que ví el video donde se oye a la diputada decir claramente «que se jodan». Se me rompieron todos los esquemas. Mal asunto amiga, cuando se abre la boca en público (y hasta en privado) hay que tener mucho cuidado, y más ahora que con esto de los micros y las cámaras tenemos menos intimidad que un orangután en un zoológico y sino que se lo digan a la Esteban.

Al margen de quién es el que tiene que joderse según la susodicha, y de los miles de perdones, creíbles o no, que haya pedido, nos queda la imagen que ha dado desde un lugar a donde se supone-como el valor en la antigua mili-deben estar aquellos que con sus actos, sus palabras y sus gestos deben dar ejemplo a la ciudadanía, les haya votado o no. Aunque, bien pensado, si tenemos que seguir el ejemplo de estos, mejor nos quedamos como estamos. Hay quien está pidiendo acaloradamente su dimisión, yo creo que no sería lo más correcto, por dos motivos principalmente. Uno porque su escaño no quedaría vacío, que sería lo ideal -`por algo se empieza- y otro por que igual le da por apuntarse al paro y tiene que joderse y aguantarse, lo cual no creo que sea de sea de su agrado. De todas fromas, lo más probable es que en Navidad le tocase la lotería. Al tiempo.

PBS

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