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PREGÓN FIESTAS DE SEPTIEMBRE 2015


Querido pueblo de Villoria, villorejos, amigos. Quiero en primer lugar, aunque suene a tópico, agradecer a la Corporación, a nuestro Alcalde y a la Comisión de Fiestas el inmerecido honor que ha supuesto para mi compartir con vosotros un momento tan señalado: el de pregonar LA FIESTA PATRONAL QUE CELEBRAMOS EN HONOR A NUESTRA PATRONA LA VIRGEN DE LA VEGA.

Es el momento en que el calendario estalla de alegría y rompiendo el monótono curso del año, supone la ocasión no solo de honrar a nuestra patrona, sino de compartir con nuestros mayores e hijos, con vecinos y forasteros, el placer de unos días festivos ganados con el pulso de esa laboriosidad que nos honra y nos ha dado a conocer en toda la provincia y parte de España.

Muchos conocéis mis raíces, pero la mayoría no sabéis que nací aquí (en Villoria) un 19 de febrero de 1.951. Mi madre que era de Villoria, vino a ver a sus padres, se puso de parto y ya no la dio tiempo a regresar al Campo de Peñaranda, por eso nací aquí.
En El Campo estuve hasta los 18 años conviviendo con mis padres trabajando casi desde que empezamos andar, teníamos un tejar donde hacíamos tejas y ladrillos todo a mano (artesanía pura). Salíamos a la una del colegio y mi pobre madre nos iba a buscar para que no nos entretuviéramos en el camino ya que teníamos que amasar el barro montados en un caballo desde la una hasta las tres que volvíamos al colegio. Diréis: «y cuando comías?» Encima del caballo ¡Que diferencia a ahora verdad!

A los 18 años, el mismo día que los cumplía emigré a Suiza, estuve 4 temporadas, hasta que regresé para cumplir el servicio militar. Al terminarlo, me estuve preparando en una academia para la Guardia Civil y aprovechando el verano, estuve aquí, en Villoria, con la cosechadora de Benito (Pelayo) aquella cosechadora Azul marca Braun que algunos recordareis. En Septiembre del 74 ingresé en el Cuerpo de la Guardia Civil donde permanecí hasta septiembre del 79. Ese año vine a Villoria donde llevo residiendo hasta hoy y donde espero estar el resto de mi vida.

Cuando llegué a Villoria con mi familia, ( por aquel entonces sólo tenía a mi primer hijo), no teníamos ni S.S. ni nada, por lo que llamé a algunas puertas para poder pagar el sello como obrero agrario y cuando llegué a la de Julián y Pepa me la abrieron para conseguir ese tesoro tan preciado por entonces, que por suerte ahora todos tenemos. De nuevo, gracias.

En febrero de 1.980 ingresé en Esabe Express, ahora Prosegur, prestigiosa empresa de seguridad a la que seguiré perteneciendo hasta que me jubile en febrero del próximo año.

Ese año, quise entrar a formar parte del gran equipo de fútbol de Villoria pero como ya era mayor y tenían dos fichajes con edades altas, no pudieron ficharme.

Al no poder jugar al fútbol, tenía que practicar algún deporte y mira por donde, en Villoria, cuna de pelotaris, había mucha afición a la pelota (jugadores como Caye, Carlos, Beni, los Pindoques, los Pinches, los Busas, Los Germanes…) y como yo había jugado de pequeño y durante mi etapa de Guardia Civil, encontré la salida para poder practicar este deporte que para mí es el más bonito del mundo y que tantas satisfacciones me ha dado.

Los domingos después de comer, nos juntábamos todos los pelotaris en el frontón de Antonio y allí formábamos los equipos. El Ayuntamiento nos organizaba los campeonatos, jugando la final el día de la fiesta.

En esa época también jugábamos un montón de aficionados a paleta, que pena que os retirárais tan pronto.
Como yo veía que jugábamos solamente personas mayores, me interesé por algunos chavales de aquella época, (hoy ya cuarentones) que tenían algo de aficción. Todo eso lo hacía desinteresadamente y con pelotas que compraba con mi dinero, pero teníamos un problema: NO TENÍAMOS FRONTÓN. Desde aquí quiero dar las gracias a Antonio «El de Simón» que en Paz esté, porque me dejaba entrar en su frontón con los chavales para entrenarlos, pues era el único frontón que había entonces.

En aquellos años, ya existía el Club Paladín de Salamanca al cual nos asociamos algunos jugadores, entre ellos Teyi y yo, que siempre formábamos pareja representando a Villoria y a la vez también representamos al mencionado Club en varias ocasiones.

Llegó el año 1986, en el cual se hizo la primera fase del frontón, donde vimos las puertas abiertas para poder practicar todas las modalidades de la pelota: pelota a mano y paleta. El frontenis vino después, yo no podía con más.

En el 88 la Junta de Castilla y León formó los Centros de Tecnificación y entre ellos el de la pelota. Entonces, me propuso la Federación si quería ser el técnico del Centro de Salamanca, a lo que accedí siempre y cuando nos concedieran el Centro para Villoria en lugar de Salamanca. Después de varios papeleos y requisitos, lo conseguimos.

Los técnicos teníamos que ir todos los años varios fines de semana para formarnos tanto físico como técnicamente para enseñar a los niños.
En poco tiempo, conseguimos muy buenos resultados tanto en mano como en paleta con pelota de cuero, llegando a jugar finales de España en juveniles en ambas modalidades.

Cuando hicieron la tercera fase del frontón, Félix estaba de alcalde y me animó para que hiciéramos algo y poder ocupar el Pabellón. En aquella época no había nada más que el equipo de futbol. Fue entonces cuando en 1.993 un equipo de voluntarios como Javi, (Prudente), Grego, Juan Antonio del Valle, Laureano, de Villoruela, Lucio, Teyi y un servidor fundamos el Club de Pelota «Las Villas». Le pusimos «Las Villas» porque nuestra idea era unir a todos los pueblos de la zona para fomentar este deporte que aunque había bajado mucho a nivel regional, se estaba recuperando por la formación de los Centros de Tecnificación de Pelota.

Comenzamos a participar primero en campeonatos regionales en las modalidades de mano, paleta con pelota de cuero y pala corta. Al principio en categoría ordinaria, al año siguiente en preferente, al siguiente en tercera nacional, CAMPEONES DE ESPAÑA EN 2ª NACIONAL, llegando hasta 1ª, o sea que cada año subíamos de categoría, sobre todo en mano. En nacional estuvimos unos años por lo que representamos a Villoria por toda España, ya que jugamos en Andalucía, Barcelona, Asturias, Madrid, Navarra, Rioja, Zaragoza, Guadalajara, Valencia, y toda Castilla y León. Incluso por federaciones un jugador de nuestro Club quedó subcampeón de España de la Copa del Rey, que es lo máximo en aficionados, me refiero a Ismael, mi hijo. En la actualidad hemos quedado terceros en el Campeonato de España en 2ª categoría y en el Campeonato de Edad subcampeones de España en parejas, en la categoría Cadetes, con Marcos y José.

Reconozco que como entrenador y amigo que me siento de todos los jugadores, niños y mayores, os he hablado fuerte, incluso algunas veces como si estuviera enfadado. Os pido disculpas pero sabéis que lo hacía y hago por vuestro bien y haceros más fuertes ya que este deporte lo requiere. Desde aquí quiero agradecer a todos los jugadores patrocinadores, socios y demás personas que han colaborado, por los esfuerzos y sacrificios realizados para que el club salga adelante.

Entre el Club y el Centro, he tenido momentos buenos, malos, mejores, peores. Momentos buenos la mayoría de las veces porque he visto que nuestro trabajo ha dado resultados como ya os he dicho. Momentos buenos también porque los chavales siempre que me ven me saludan, Esteban…y malos prefiero no recordarlos, siempre he luchado por lo que creo que es bueno para el futuro de los jóvenes, independientemente del partido político que estuviera Gobernando en el Ayuntamiento. Uno de los mejores recuerdos que tengo es el de un antiguo alumno que me escribió una carta y al leer lo que me ponía, me hizo olvidar toda la parte negativa que pudiera haber.

Hasta el 2002 hubo en el Centro 61 chavales y unos 20 en el Club.
Ahora hay bastantes niños y todos quieren que juegue yo con ellos, pero los años no perdonan y cuando tengo que jugar con los mayorcitos tengo que tener cuidado porque hay que demostrarlos que este deporte (como todos) requiere de esfuerzo y las hernias discales están con ganas de darme guerra.

Por todo esto, pido a los más jóvenes y sobre todo a José Mª y Raúl que me releven para que no se pierda este deporte y en especial mantengan el Club ya que como desaparezca será muy difícil recuperarlo.

Doy gracias a Dios porque en los 35 años que llevo en la pelota, nunca he tenido ningún accidente con ningún niño, pero cuantas veces me ha dicho mi familia: «como te pase algo con algún niño ya veremos a ver que pasa…». Os contaría algunas anécdotas pero no quiero robaros mucho tiempo.

Doy las gracias a mi familia y en especial a mi mujer Toñi, por haberme tenido que aguantar tanto tiempo, a mí y a los niños, pues entraban en casa por una puerta y salían por la otra como si fuera la suya. Ellos lo saben.

Desde aquí os pido a todos los padres que apoyéis la labor de todas las personas que trabajan con niños, como son los monitores de escuela de verano, entrenadores de futbol, baloncesto, catequistas, profesores, en fín, a todos en general. ¡Nos la jugamos todos los días! Lo que queremos es el bien de los niños y luchamos porque cada día sean mejores, tanto en el deporte como en el comportamiento entre ellos y el respeto hacia los demás.
Cuando me preguntáis los padres: «¿cómo se porta mi hijo?», siempre os he dicho que no hay ningún niño malo y os he aclarado por qué.
TERMINANDO CON EL DEPORTE, quiero decir a todos los ganaderos y labradores que me alegraría mucho que las cosechas fueran espléndidas ya que es la mayor «fábrica industrial» que tenemos en Villoria. En mi casa, como os he dicho al principio teníamos un tejar y recuerdo que los años que había buena cosecha, no teníamos suficientes ladrillos ni tejas y los años que venían malos nos sobraba casi todo. Deseo también al resto de empresas y autónomos que sigan trabajando y siendo fuertes para lograr salir de la crisis y puedan dar empleo. En fin, es una cadena que hay que pedir que no se rompa: ¡SUERTE A TODOS!
A la corporación municipal, les deseo que trabajen en equipo y tengan la máxima unión posible ya que como siempre se ha dicho, la unión hace la fuerza.
Al Sr. Alcalde le digo: «Enhorabuena por tu nombramiento como diputado, Julián sigue así con tu rebaño, nunca lo he visto tan unido como ahora, has sabido mantenerle unido, espero no se te descarríe ninguna oveja, que llegues a lo más alto que puedas en la política. Como sabes lo que cuesta ganar el pan con el sudor de tu frente, estoy seguro que vas hacer todo lo que puedas para que Villoria y su comarca vivan lo mejor posible.»
La juventud: ¿Qué pensábais que me había olvidado de vosotros? Dicen que lo mejor se deja para el final. Por eso os he dejado para el final. ¡Que colorido más bonito tiene la plaza en estos momentos! ¡Que envidia me dais! Envidia sana, me gustaría estar entre vosotros para poder cantar, saltar y bailar con las mismas ganas que lo hacéis. Sois la alegría de Villoria y los más «cojonudos» que pisan en la tierra. Os pido que todo lo que bebáis sepáis «mearlo», aunque huela mal alguna sombra, pero demostrar a todo el mundo que os sabéis divertir sin necesidad de tomar otro tipo de sustancias más nocivas para la salud que os hagan perder la formas y vuestra personalidad. Ya me entendéis.
Gracias a todos por haberme soportado y haberos robado este tiempo de diversión.
Os diré que si en algo os puedo ayudar, podéis contar todos conmigo.
A ver si los vivas que vamos a dar ahora se nos oyen en toda España
VIVA VILLORIA, VIVA LA VIRGEN DE LA VEGA, VIVAMOS TODOS LOS VILLOREJOS Y VIVAN TODOS LOS QUE NOS ACOMPAÑAN!

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