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Los hechos se repiten, como en la Edad de Oro, que a los pobres se les llamaba pícaros porque para comer tenían que usar el ingenio.

PASAR LA VIDA


Los hechos se repiten, como en la Edad de Oro, que a los pobres se les llamaba pícaros porque para comer tenían que usar el ingenio.
Cuando pasamos por la vida sin mirar por donde vamos, somos simples ciegos con los ojos abiertos, pero que ven menos que esos a los que por desgracia la naturaleza les priva de este bien que es la vista.

Ayer le preguntaba yo a un paseante que parecía estar pululando sin rumbo y vestido con un traje elegante, si le gustaban los monumentos que había en aquella calle. Sorpresa su contestación fue «¿Qué monumentos?» Increíble esa calle toda ella es un monumento y este hombre pasó por delante de ellos como el que pasa por un campo yermo, luego me di cuenta por qué, pues me quede observándole y vi que aquel hombre paseaba por la calle mirando como su silueta se reflejaba en las cristaleras de los escaparates, quizás diciéndose: ¡Qué guapo soy!. Este hombre creía, que quien tenían que mirarle a él eran los monumentos, porque pensaba que él era superior al resto de todo lo que en aquella calle había, incluyendo los paseantes que la llenaban, ¡idiota!. Esto me hizo pensar en la cantidad de seres humanos que están tan endiosados que pasan por la vida solo preocupándose de ellos y de su fachada, el orgullo y el sentido de la superioridad sigue estando muy presente en ciertos individuos, para mal de la sociedad.

Seguí observando la famosa calle y en ella se veía gente de toda clase y como haciendo competencia a los monumentos había unos pocos vestidos de estatuas humanas de las más increíbles formas con un bote o una cajita cerca de sus pies, esperando que los paseantes les echaran algo de calderilla y así aguantaban casi todo el día, pues los hay que tienen una familia detrás y esperan recaudar para poder llevar algo a su casa. Otros, han encontrado en eso una forma de ganarse la vida porque el trabajo es un bien escaso, aunque en mi opinión estar ahí de esa manera me parece duro.

Por esta calle, pasean otros que no se atreven a presentar su realidad ante la sociedad y quieren confundir a esta vistiendo sus mejores ropas para que de ellos no se sepa nada y de su precaria situación, estos son los pobres vergonzantes, que como en las novelas de la picaresca española aquellos que se creían importantes paseaban entre la gente con su espada en la cintura y mostrando migajas de pan en sus barbas para que los que les miraran y pensaran que acababan de comer, aunque hiciera días que no probaran bocado. Estos de ahora, como a los de entonces, su orgullo les impide mostrar su situación y se exhiben en la calle como los pícaros. Ayer leía en un periódico un hecho real de un hombre que para comer tenía que ir a un comedor social, pero iba antes de que amaneciera el día conduciendo su flamante BMW que aparcaba a escondidas, para ponerse a la cola. Éste hombre que aún conservaba este coche, de cuando las cosas le iban bien no supo guardar un poco por si las cosas cambiaban, como así ha sido y ahora su orgullo le hace vivir casi escondido de sus vecinos en donde presume de seguir viviendo como siempre, es decir el autentico pobre vergonzante.

Jauría humana que pulula por las ciudades, aunque estas sean monumentales y llenas de luz, donde se ven personas muy elegantemente vestidos con vidas muy oscuras, que los hay que se dejan ver por las mañanas muy temprano buscando el no sé qué y claro que buscan, buscan una dosis para poder entrar en la oficina y no se le note el síndrome que están sufriendo que puede ser de varias cosas, alcohol, droga,… Corroboro esto porque mi trabajo que consistía en recorrer las calles desde que rompía el día, hasta que se hacía de noche, lo pude comprobar.

Y allí, en la misma calle, en una esquina oscura ocultos a la vista de los paseantes, pasan la noche unos pocos a los que la sociedad ya no acepta, durmiendo encima de unos cartones y bebiendo vino del barato hasta hacerlos olvidar sus problemas.

Cruel desamparo de los que dirigen el cotarro, que pasan por esa misma calle donde se encuentran sus elegantes despachos, mirando para otro lado, como diciendo que con ellos no va nada, de lo que le pase a esa gente,..¡y claro que tiene que ver!…Son ellos los que marcan el camino, camino que casi siempre hacen a su medida, por eso es tan difícil que el resto de los mortales pueda circular por él. Y nunca como en estos nuevos tiempos, que si tú no tienes, no comes y si no puedes pagar el piso, te lo embargan, pero a los banqueros les tapan los agujeros que ellos mismos han provocado, y el dinero que falta, parece como si se hubiera esfumado por obra del espíritu santo. Pero si vas por los sitios privilegiados, verás hermosos chalets propiedad de esos señores que se presentan ante la sociedad como «la creme de la creme» y son los que más han robado, ladrones de guante blanco que a veces la gente incluso los aplaude aunque estén acogotando a la sociedad.

Los hechos se repiten, como en la Edad de Oro, que a los pobres se les llamaba pícaros porque para comer tenían que usar el ingenio, ¿y ahora como llamamos a los que hacen cola en los comedores sociales? Pobres que viven con la cabeza baja, sin ser culpables y los que no aceptan la situación que a veces roban obligados por el hambre, a estos se les llama rateros y si se les pilla van a la cárcel por robar el valor de una gallina. Pero los banqueros y los políticos se van de vacaciones a los sitios más exóticos, dejando arruinados a muchos que confiaron en ellos. Opulencia y miseria sigue extendiéndose a la vez en este mundo, en él que tanto tienes, tanto vales, aunque sepamos, el por qué hoy estamos tan faltos de compasión que si llevas un buen traje te saludan y si vas harapiento se apartan de ti.

Hace unos días que lo de arriba escrito lo tenía para mandároslo, ahora tengo que poner un poquito más, pues acaba de aprobar el gobierno el mayor recorte de la historia que significa que a partir de ahora lo de ser pobre no va a dar vergüenza a nadie porque en las colas del paro ya hay gente de todas las clases y entre ellos, gente con grandes carreras que nunca pensarían en verse en semejante situación y me supongo que en esas colas hablaran de sus problemas cuando estén esperando en la oficina del paro y de esa forma acabaran con los famosos pobres vergonzantes, así que si lo miramos por ese lado, algo bueno ha hecho este gobierno acabar con los acomplejados que no aceptaban su situación. Pero es muy triste, que quienes decían que tenían la solución de los problemas de España nos hayan puesto en semejante situación y encima crean que porque ellos se rebajen un poquito el sueldo, con los sueldos que ganan, nos van a hacer un gran favor a los españoles. Me gustaría saber que piensan de muchos, pero muchos que no llegan a mil euros, o de esos cinco millones y pico de parados, que no cobran ni un duro, pienso que estos políticos son unos puritanos como los que se ponen en la primera fila en la iglesia. Lo que sí han hecho es agrandarnos la familia, pues yo no sabía que tenía una prima que se apellida Riesgo que es tan peligrosa que sube y sube, que parece estuviera secuestrada pues cada día que pasa hay que pagar más por ella para que no nos rescaten ya veis lo que nos están haciendo sufrir por una prima que ni siquiera conocíamos.

Bueno no era mi intención acabar esto de esta manera, pues me da grima hablar de ciertos políticos, sobretodo de los que engañan al pueblo llano, creo que a ellos poco les importa ese pueblo que confundido les puso ahí.
Ellos tienen los garbanzos seguros y el que pase hambre que se joda, aunque suene mal.

Sigifredo María Cascón

TIEMPO DE MI TIEMPO

Tiempo de mi tiempo
que sois como la tormenta
que después del rayo y el trueno
descarga sobre la tierra
la furia que lleva dentro

Cuéntanos que está pasando
quien nos está confundiendo.
Que viento forma la nube
con tanto veneno dentro.

Dinos señor tu que lo sabes
si esto va seguir así,
¿Qué camino tomaremos?
¿Dónde nos refugiaremos?

Vemos que la tormenta llega
y el sendero no, está hecho,
pues vamos por este mundo
cual guijarro en riachuelo
que rodando por el fango
Se convierte en sedimento.

Por eso yo me pregunto
al ver el resplandor de los rayos
y escuchar del trueno el eco
¿Si acaso ya está llegando
el final de nuestro tiempo?

Por si esto fuera así te pido
que pongas tu mano aquí
para poder sostenernos
en este camino tortuoso
y así aguantar este vivir azaroso.

Porque si seguimos a la deriva
con la furia de este tiempo
nos pasara como al guijarro
que aunque duro y también echo
A fuerza de golpear en el cauce de aquel rio
se convirtió en sedimento .

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