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El club de Atletismo, en el que participa Jorge Sanchez componente, del Atlético Salamanca - Caja Rural logró la permanencia en 1ª División del Campeonato de España de Clubes

HACEMOS MAGIA…


El club de Atletismo, en el que participa Jorge Sanchez componente, del Atlético Salamanca – Caja Rural logró la permanencia en 1ª División del Campeonato de España de Clubes
El Atlético Salamanca – Caja Rural logró la permanencia en 1ª División del Campeonato de España de Clubes en un dramático encuentro octogonal disputado en Eibar. Los franjinegros lucharon como espartanos y compitieron por encima de sus mejores prestaciones, logrando tres victorias individuales, un segundo puesto y tres terceros en las 20 pruebas del programa. Pero el destino quiso que todo se resolviese en la última prueba, el relevo 4×400, donde tras una caída del conjunto salmantino cuando marchaba en una posición inmejorable para conseguir la salvación, el Atlético San Sebastián era descalificado y relegado al séptimo puesto de la clasificación final con 81 puntos, por los 83,5 que otorgaban a los charros la sexta plaza, la primera que evitaba el descenso.
«Hacemos magia con lo que tenemos», eran las palabras de Miguel Ángel Rivero, entrenador del club, cuando en las semanas previas se definía la alineación del conjunto masculino para la tercera y última jornada de la liga de plata del atletismo español. No solo por la ausencia de atletas muy destacados por lesión u otros motivos. No solo por las bajas a principio de temporada por la acción de otros clubes más poderosos en dinero, que ficharon a cuatro potenciales ganadores de prueba, puntales en el Miniestadio de Anoeta en la salvación la campaña pasada. No solo por haber entregado en diciembre el peor estadillo de marcas de los 16 integrantes de la Primera División. No solo por la falta de apoyo económico de las instituciones y la reducción de la ayuda del patrocinador, Caja Rural. No solo por la dedicación altruista de entrenadores, directivos y atletas, que deben encargarse de tareas más propias de gestión y que minan su mermada moral. No solo por estar replanteándose esta filosofía de equipo, que a pesar de todo se sitúa entre los 25 mejores clubes de toda España de «atletismo total». También por los resultados de las dos primeras jornadas, que para nada invitaban al optimismo.

Y así, con ganas de seguir haciendo magia, partieron los chicos del Atlético Salamanca en el autobús, rumbo a, después de tres cambios de sede, Eibar (Guipúzcoa). Sabían que solo dando el 101% podía conseguirse el objetivo, dada la superioridad inicial del resto de rivales. Y la mentalidad ganadora comienza a forjarse en el mismo viaje, que concluyó con un accidentado periplo por las intrincadas calles de la ciudad armera, aunque al final se llegó a tiempo de confirmar.

Las pistas de Unbe se enclavan en un majestuoso paraje, y con el cielo despejado y la ilusión por las nubes, instalaron los salmantinos su «campamento» en las gradas. Desde allí, debido a la prohibición de acceder a la pista, animaron a Javi Cruz, el martillero que abría la competición. El lanzador más joven del equipo sumó el primer punto al ser octavo en una prueba de mucho nivel, con su mejor marca personal con el martillo de 7,260 kg (aún está en edad junior), 36.02 metros que sin duda animarán al de Topas para el resto de temporada a seguir sacrificándose para acudir desde el pueblo al Helmántico, donde entrena a las órdenes de José Ángel

El sector de saltos vio como Jorge Sánchez comenzaba bien su concurso en pértiga, superando las primeras alturas para puntuar. Nulo en 3 metros, supera esa barrera y luego 3.20 a la primera. La grada vitoreaba a «Chapa», un medio-maratoniano reconvertido a pertiguista la campaña pasada para cubrir los ceros del equipo en esa prueba. Pero su muslo decía «basta» y requería la asistencia de Marian Martín, la fisioterapeuta del club. Sus manos mágicas y sanadoras recuperaron al de Villoria, que franqueó 3.40 en el último intento, su plusmarca personal. Con este resultado fue séptimo en otro concurso de gran nivel, si no hubiera saltado los 3.40 habría sido último.

Llegó la primera carrera, el 400 vallas, donde Juan Herrero entró quinto con 57.01, mejor marca de la temporada. Este estudiante para piloto trata de superar una lesión de rodilla que no le deja entrenar desde hace meses. Acostumbrado a lograr victorias clave en fases finales para «la raya negra», derrochó pundonor para obtener un tiempo más que satisfactorio. En el otro 400, lisos, Saúl Martínez concluyó séptimo con 50.97, lejos de su tope marcado en la liga regional de Burgos con 50.59 y muy lejos de lo que realmente vale. Todo tiene su explicación: durante la semana el soriano recibió malas e injustas noticias sobre su rendimiento académico que le hacían tener la cabeza en otro lado. Aún así, el nivel de la prueba fue también excepcional. Ganó Luis Denís Jiménez, del Fuerteventura, equipo que había desvirtuado y despreciado la competición las dos primeras jornadas, pero que acudía con todo a Eibar, con 48.65; tres atletas bajaron de 50.00. Y aún así, la odisea de Saúl en esta liga no había hecho más que comenzar…

En la doble vuelta a la pista, el ochocentista Marcos Sánchez cosechó el primer puesto de podium para el Atlético Salamanca, tercero con 1:57.92 (cercano a su MMP de 1:57.78) pero con la sensación de que se le escaparon los dos primeros en el momento menos indicado. Seis puntos con rabia contenida que no sumaban lo suficiente, pues en el primer recuento el Atlético Salamanca estaba francamente lejos de la cabeza y de la salvación.

Mientras tanto, en la jaula de disco, el lanzador y miembro más veterano del conjunto que acudía a Eibar, Fernando García, de 51 añitos, toda una vida en este deporte, se lesionaba y tenía que conformarse con la séptima plaza tras un primer y único tiro válido de 27 metros justos. Por 20 centímetros perdía el sexto puesto, ya que el representante del Bidasoa achuchó hasta el final para aprovechar la lesión de Fernando y superarle.

El primer recuento fue desolador para los salmantinos, y los siguientes no parecían cambiar mucho. Salió Víctor Mateos en el doble hectómetro, y tras una primavera tocado y con problemas para entrenar, logró su MMT con 23.28 (+2.1 v), séptimo.

Y entonces apareció él, para enseñarnos cómo se corre un 1500 «perro», de los de liga, en los que la marca pasa a un segundo plano (4:19.59). Bernardo Méndez aguantó bien colocado las primeras vueltas, evitando codazos y tropezones, controlando a todos los rivales y sus propios nervios para mantener el ritmo cansino que él mismo había impuesto. Así hasta que el valiente Álex González, del Vino de Toro, no pudo templar más los suyos y atacó a falta de 450 metros. El discípulo de Uriel Reguero le siguió, le superó, aguantó el envite de sus otros rivales y tuvo tiempo de gustarse en la última recta y dedicar el triunfo a la parroquia franjinegra que entraba en éxtasis en la grada. Sus bocinas y tambores resonaron con más fuerza todavía. El cielo empezaba a encapotarse. La remontada había comenzado.

Salió a continuación Pedro García, «caballo ganador» en 110 vallas. Cumplió los pronósticos como un auténtico «pura sangre», con una gran carrera sin apenas errores. Venció con 14.32, lo que pudo haber sido un nuevo récord provincial, pero quedó invalidado por la medición del viento (+3.2). Ahora, sin la presión de los estudios tras haber finalizado el curso con nota, podrá dedicarse en cuerpo y alma al atletismo. Ojo con su temporada de verano, su progresión puede ser espectacular.

Espoleada la afición tras sumar estos 8 tantos, se volcó en los concursos de Óscar Beltrán en peso y Javi Caballero en longitud. Ambos fueron sextos, el palentino con 12.38 y Javi saltando 6.16 (+2.4 v) en el último intento, ganando una posición. Se computaban ya las victorias y el Atlético se acercaba, seguía último pero a 3 de la salvación. Todos ellos son importantes, también el octavo puesto (1) de Javi Boada, el benjamín del combinado blanquinegro y el tercero más joven de todos los participantes con sus recientes 16 primaveras, 11.70 (-0.1 v).

Siete nuevos puntos estaban en camino. El marchador veterano Roberto Rodríguez, el hombre que más «chinos» ha dado al equipo en estos dos años de Primera División (46, 23+23), finalizaba segundo la carrera de 5.000 metros marcha con 22:50.93, saliendo a asegurar en una prueba en la que debió haber alguna descalificación de otros competidores.

El cielo cada vez más oscuro amenazaba con descerrajar. Pero respetó dos nuevos terceros lugares, de Héctor Maroto en jabalina y de Iván García en 3.000 obstáculos, con sendas marcas personales. «Marotín» envió el dardo hasta 55.03 y «el Comadreja» pasó las siete rías en 9:27.91. Dos ejemplos de chavales formados desde bien pequeños en la cantera del club salmantino, que sienten los colores y están comprometidos hasta la médula con él. Entonces llega la siguiente alegría: por megafonía anuncian que el Salamanca va quinto en la clasificación, ¡solo 3 puntos por encima del último!

Se aproximaba el «momento Nacho», ese en el que en cada liga los corazones franjinegros se aprietan en un puño para después estallar de júbilo. Nacho González salió en el 3.000, una prueba que no es la suya, con un claro objetivo: aguantar hasta el final y aprovechar su poderoso cambio. Y, extrañamente, lo empezó haciendo tácticamente bien, siempre colocado en segunda posición, sin gastar mucho y observando a sus rivales. Transcurrieron las vueltas hasta que David García, del Bidezábal, se escapaba sin que ninguno de sus siete rivales se decidiese a darle caza. Llegó a tener hasta 50 metros de ventaja. A falta de un kilómetro, Nacho pone el turbo, esta vez diésel, deja al resto atrás, y metro a metro, segundo a segundo, varea el árbol para que caiga la fruta madura. La distancia disminuye lenta y agónicamente, parece que García puede llegar solo a meta… Pero «el Sarraceno» saca su cimitarra, se lanza a falta de 500 metros como un potro desbocado, se espolea con el toque de campana, y a falta de 120 hace entregar la cuchara al valiente vizcaíno, con tiempo para besar el escudo del club y señalar a sus compañeros antes de cortar la cinta. Entre ellos estaban los jóvenes Antonio García y Nacho Panadero, reservas esta vez, descubriendo esa divina sensación por vez primera, la de vivir en directo una «Nachada» en una fase final, vibrando con ella. Ignacio Jesús, cuyo tiempo fue 8:45.20 (MMP), ha hecho de todo para el equipo a lo largo de las tres jornadas: 400 vallas, 3.000 obstáculos, lisos, 1500 y relevos 4×400, curiosamente no 800, la prueba que le ha encumbrado a lo largo de su carrera deportiva.

El Atlético Salamanca anotó así otros 8 en su casillero. Continuaba quinto con 69 puntos, a 7 del último, más cerca del cuarto… Nudo en la garganta, emociones a flor de piel, vello de punta, clasificación en un pañuelo, animación a tope, … la salvación era posible, se decidiría en las últimas pruebas, pero no eran las más favorables. Y durante el 3.000 femenino de la Fase por el Título y ascenso a DH, que se disputaba conjuntamente con el encuentro masculino, comenzó el diluvio. El ingrediente que faltaba en aquella tarde tan épica.

El sigiloso Carlos Sánchez brincaba sobre 1.80 a la segunda tras haber superado limpio el 1.70 en el evento de salto de altura, pero derribaba el listón en sus tres siguientes intentos sobre 1.85. Lograba ser cuarto empatado con Eduardo Bendito, del Vino de Toro (4,5 puntos para cada uno). El granizo hacía estragos y obligaba a los triplistas a cobijarse bajo la visera del graderío. En este concurso el juvenil Gabi Bernal era octavo con su mejor marca personal 11.77 (+1.1 v), perdiendo el último salto por estar más pendiente de las puntuaciones y las noticias que llegaban de las ya maltrechas gargantas de sus compañeros. A falta de puntuar el triple y los relevos, las «espigas» eran cuartas en un apretadísimo paquete (6 puntos sobre el último), pero en los dos últimos saltos perderían mucho terreno respecto a Atlético San Sebastián y Bidasoa AT, entonces rivales más directos, y también se iba a perder frente a ellos en el relevo corto. Toro y Decatlón Kondy se habían destacado ampliamente y Bidezábal parecía condenado a Segunda.

Así que en el 4×100 (Boada-Víctor-Javi Martín-Pedro) se solventó la papeleta en un pequeño lapso de tiempo en que la tormenta dio una tregua. Los salmantinos fueron quintos con 44.4- (la MMT del equipo era 44.58 eléctricos en la primera liga). Y se llegó a las cuatro vueltas a la pista más dramáticas sobre la pista de Unbe. Caía la tarde y la lluvia volvía a arreciar…

UN RELEVO, MIL POSIBILIDADES

La clasificación antes del pistoletazo de salida de los jueces estaba de la siguiente forma: 3º BAT, 86,5 puntos; 4º Fuerteventura, 83; 5º Afflelou Narón, 81; 6º San Sebastián, 81; 7º Atlético Salamanca 78,5; y 8º Bidezábal 70 (ya descendido). El conjunto franjinegro tenía posibilidades más que reales de salvación, pues contaba con sus mejores hombres para superar el récord del club que habían fijado en 3:25.75 en mayo Saúl, Bernardo, Adrián Fernández y Marcos (después de que todos ellos hubiesen competido en otra prueba), con el cambio de Adri por Nacho, un especialista en ajustadas últimas vueltas. En Eibar se ganó el 4×400 con 3:23.4 (Narón) y segundo fue Fuerteventura con 3:26.1, lo que da una idea de dónde podía haber estado el club salmantino de no haber ocurrido nada extraño.

Colocando los tacos los nervios estaban a flor de piel y la tensión se podía cortar. Mucho, muchísimo era lo que se jugaban cinco clubes. El Atlético Salamanca necesitaba sacar 3 puestos a Narón o San Sebastián, pero cualquier error o descalificación podía condenar a cualquiera de los cinco. Se lanza la carrera y Marcos Sánchez completa unos buenos 400 metros por la calle dos, entrega a Bernardo Méndez, que toma la compensación bien situado. Aguanta bien un «todos contra todos» en el que ningún equipo se quería dejar ir, y progresa sensacional en la última recta (ya por delante de Atlético San Sebastián), pero cuando iba a pasar al relevista del Narón, este se abre y toca al wambeño, que llega muy desequilibrado para dar el testigo a Saúl Martínez.

Y entonces, los corazones franjinegros dejaron por un instante de palpitar. En una fracción de segundo, Saúl tropieza y se va al suelo, cayendo a dos metros de la línea de meta. Silencio. Reacciona el soriano rápidamente y trata de levantarse, pero es arrollado por el relevista del Vino de Toro y caen ambos. Nueva reacción con agilidad felina, Saúl es último y comienza la gran batalla bajo la intensa lluvia. Supera en pocos metros al pucelano del conjunto zamorano y se lanza decidido a por los siguientes rivales. A una velocidad endiablada, da caza al del Bidezábal en el 200 y va a por más… Casi tiene al del Atlético San Sebastián al entrar en recta de meta, pero el descomunal esfuerzo pasa factura y no puede con el ataque final de Lander Arbina, aunque sí supera al del Decatlon. Como diría Sam Mussabini, el entrenador de la película Carros de Fuego tras caer Eric Liddel y remontar: «No han sido los mejores 400 metros que he visto, pero desde luego sí los más bravos».

Vídeo 1 – Vídeo 2 – Vídeo 3 (Reclamación At. San Sebastián)

Nacho González recoge en quinta posición y es el lugar que mantiene hasta el final en, a pesar de todo, 3:28.2-, quintos . El Atlético Salamanca – Caja Rural estaba virtualmente descendido con ese resultado, pues había ganado Narón y Atlético San Sebastián era cuarto.

Pero la polémica no había hecho más que comenzar. Los jueces presentan dos descalificaciones bastante rigurosas del conjunto donostiarra, una por uso de prezona (las líneas pintadas en la pista no se veían bien, y hay que sumar lluvia y oscuridad…) y otra por acompañamiento al último relevista en la recta de contrameta, ambas avaladas por el Juez Árbitro. El Atlético Salamanca pasa a ser cuarto en el relevo largo y el San Sebastián no suma nada. Se contabilizan los puntos totales, y cuando se lee por megafonía el resultado, al llegar al «sexto clasificado, Atlético Salamanca» la magia inunda de nuevo los corazones de los salmantinos y se da rienda suelta a la algarabía y alborozo. La permanencia se había logrado.

Mientras los chavales se bañaban en la ría y lo festejaban, en la torre de secretaría los delegados Rivero y Florencio Isidro vivían la tensión de ver si el recurso planteado por el club vasco al Comité de Apelación prosperaba… Finalmente no fue así.

Tras tres apasionantes jornadas, un equipo modesto y de cantera que hace magia con lo que tiene seguirá el año que viene en 1ª División, por tercer año consecutivo, una hazaña nunca antes conseguida por el club de las espigas. Gracias a que se peleó por cada punto como si fuera el último y todos fueron importantes, gracias a que todos sus integrantes estuvieron unidos por un objetivo común. LUCHARON COMO POETAS GUERREROS, COMO GLADIADORES, Y GANARON…SU PERMANENCIA.

CLASIFICACIÓN FINAL

Pto Club Puntos por Puesto
1 DECA – Decatlon Kondy 109.5
2 TORZA – Vino Toro CRural SofToro 98.5
3 BATSS – Super Amara BAT 92.5
4 MOJFV – EAMJ-Fuerteventura 90
5 NAOC – CA Afflelou Naron 89
6 SAASA – Atletico Salamanca 83.5
7 ASSSS – At. San Sebastian 81
8 BDZBI – Bidezabal Atletismo 72

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