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Hace casi 25 años un agricultor de los de siempre, de una familia respetada y querida en Villoria, nos describía como había sido el año agrícola en 1985-1986.

RECUERDOS DE LA ANTIGUA BESANA


Hace casi 25 años un agricultor de los de siempre, de una familia respetada y querida en Villoria, nos describía como había sido el año agrícola en 1985-1986.
Son veinticinco años los que han pasado desde que Agustín Lázaro nos enviara este artículo que encontraréis publicado en BESANA Nº 7-Diciembre de 1986- Mucho ha llovido desde entonces, a pesar de aquel seco invierno del 85 que el menciona en su colaboración.
Hoy, un cuarto de siglo después, lo que Agustín nos contaba entonces bien pudiera haber sido del año pasado, de hace cinco o de hace ocho años. El campo es así. Todos los años los mismos trabajos, las mismas labores, las mismas alegrías y los mismos sinsabores.
Esto es lo que nos contaba TINI aquel invierno de 1986

AÑO AGRICOLA 1986
Al comenzar este artículo, queriendo hacer un resumen de lo que fue el año agrícola, mil novecientos ochenta y seis, conviene aclarar, que el año agrícola no comienza en Enero y termina en Diciembre, como se viene contando los años naturales, sino que comienza en Octubre, fecha en que se empieza la sementera y termina en Septiembre, fecha en que se da por terminada la recolección, aunque en estos tiempos tampoco es así exactamente, porque hay cultivos que no se adaptan a este calendario, tales como patatas, remolacha, maíz, girasol etc., pero para entendernos, en este caso vamos a guiarnos de Octubre del 85 a Octubre del 86.

El año empezó mal, porque tardó mucho en llover, no pudiéndose hacer la sementera a su debido tiempo, sino con mucho retraso y bastante embarullada, es decir, sin hacerse todas las labores que en condiciones normales se vienen haciendo, y ya se sabe ese refrán que dice: «que lo mal empieza…»Sin embargo, a pesar del mal comienzo, el invierno fue favorable siendo seco, algo muy importante en esta zona, y la cosecha salió muy bien del invierno, presentándose muy prometedora, pero también hay un refrán que dice (aquí somos muy dados a los refranes) «que abril y mayo componer el año», o lo descomponen, y en este caso lo descompusieron.

Bien entrada la primavera, seguían sintiéndose las heladas muy fuertes para esas fechas, las lluvias no aparecían, y el frío y la gran sequía de este año, empezaron a causar verdaderos estragos en la cosecha.

En definitiva, el año en cereal ha sido muy malo. Cabe destacar la diferencia que se ha notado en la producción de las parcelas que se han regado, superando mucho a las de secano.

Sin embargo no todo iba a ser malo en este año que nos ocupa. La patata, un producto tan polémico, ha tenido un precio muy aceptable, desde mi punto de vista. Otra agradable sorpresa, ha sido el girasol, un cultivo con futuro, que también ha tenido un precio bueno, con una producción bastante buena en la zona bajera, debido a los riegos que se dieron con el agua del canal según le iban probando.

A estos años que vienen malos de cosecha se le suele llamar años de salud, porque cuando se encuentran dos o más agricultores y comentan lo malo que ha sido el año acaban diciendo: «Bueno lo importante es tener salud».
TINI

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