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El sábado 5, tuvo lugar la última de las dos representaciones que estaban previstas de la obra " Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte " de Valle Inclán a cargo del grupo de teatro del I.E.S. Senara de Babilafuente.

¡HAY CANTERA.!


El sábado 5, tuvo lugar la última de las dos representaciones que estaban previstas de la obra » Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte » de Valle Inclán a cargo del grupo de teatro del I.E.S. Senara de Babilafuente.
Un importante reto para esto grupo de estudiantes que lo han pasado con nota. Enhorabuena a todos. No es nada fácil subir a un escenario y mantener el tipo ante la mirada de un buen número de gente muchos de ellos amigos y conocidos y que van a perdonar y comprender los posibles fallos, pero también ante otro tipo de espectadores más exigentes.
Aquí en nuestro pueblo podemos disfrutar de esta actividad con cierta frecuencia gracias al salón con el que contamos y, sobre todo, a ese grupo de teatro que se llama Zaranda que forma ya parte del patrimonio cultural de Villoria y que cada año nos ofrece una o dos obras de su repertorio. Pues bien, a menos que se lo propongan, los integrantes de Zaranda tienen asegurado su relevo. El sábado pudimos ver sobe las tablas a un buen puñado de villorejos-as representando esta obra y que rayaron a buena altura dentro del grupo. También había paisanos nuestros entre bambalinas, realizando esas labores que nadie ve pero que son imprescindibles para que una obra teatro llegue a buen puerto.
No hay que dejar escapar esta oportunidad. Seguro que a más de uno a poco que se le empuje y anime estaría dispuesto a dar el salto al «primer equipo», utilizando un símil deportivo.

Dejamos para el final l correspondiente felicitación para el máximo responsable de que todo esto haya salida bien: Fernando, profesor del Senara. Que lleva ya unos cuantos años ejerciendo esta labor y al que se le ve con ganas de seguir adelante y seguir innovando involucrando en su proyecto a otros profesores y a padres. Sus discípulos le obsequiaron con un regalo al final de la obra a lo que el respondió dando las gracias, pero que «el no se jubilaba», en clara referencia a los compañeros que lo han hecho este año y que también han recibido recuerdos por parte de sus alumnos.

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