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RIDICULOVISIÓN


Nuestros colaboradores más fieles (El Páncaro y el Wapo) no lo han visto porque seguro no tardarían en enviarnos algún artículo con la sinceridad y la ironía que les caracteriza. Hoy es un día tranquilo sin noticias destacables en nuestro pueblo, de ahí que nos atrevamos a dar nuestra modesta opinión sobre un tema a nivel nacional de difícil clasificación: Poco de festivo, menos de música (al menos de la buena), y últimamente mucho de friki y hortera. Hablamos del festival de EUROVISION.

Desde sus comienzos ha sido un acontecimiento donde la política-siempre la dichosa política-tenía mucho que ver a la hora de las votaciones. Cierto es que se hacía de forma más disimulada, incluso algún año que otro los enemigos más acérrimos se daban algún que otro voto. No era un festival para grandes entendidos de la música, pero si era más ameno, con canciones que llegaron a ser grandes éxitos incluso, sin haber ganado (Waterloo, Volare, Eres tú, Yo soy aquel, Mamá )y también sirvió como escaparate y proyección para muchas cantantes: Abba, Julio Iglesias, Mocedades, Raphael, Massiel,etc.En fin, que más o menos se dejaba ver.

Pero esto se globaliza, como todo, y aparecen en escena los llamados países del Este y
un nuevo elemento: el teléfono móvil. Negocio a la vista, llamadas y sms por doquier y el resultado el que todos conocemos. Pregunta que nos hacemos dese esta modesta página : ¿Qué pinta España participando en este circo? ¿ Qué nos cuesta a todos esta pantomima?, no olvidemos que estamos hablando de una televisión pública, financiada con dinero de todos. ¡Ah! Y demos gracias que no ganamos nunca, porque, en ese caso, nos tocaría organizar el Festival del siguiente año y con lo chulos que somos no sólo no renunciaríamos, sino que tiraríamos la casa por la ventana, para algo somos una potencia económica a nival mundial…Eso sí ganar no ganaremos, pero favoritos somos todos los años.

Este último año se han intentado hacer un poco mejor las cosas por parte de TVE, al menos no hemos tenido que sufrir hasta el final al chiquiliquatre de turno en forma de Karmele Merchante o al innombrable que fue eliminado en la final (hasta ahí llegó ese individuo gracias al público que le votó) y se ha podido ver al menos a un cantante que nos ha representando dignamente aunque con una canción ñoña y con pocas posibilidades.
Pero no podía ser, alguien tenía que dar la nota, y apareció el moscacojonera de turno-que tiene que hacer cosas de este tipo para intentar ser alguien en la vida y que la gente le conozca-para boicotear no sabemos qué( porque ya se boicotea por sí solo) y de paso tocar un poco los cataplines al personal. Bien por nuestro representante que supo estar a la altura y mal por la organización, incapaz de prever y evitar de antemano actos de este tipo.
Terminamos: tostón de festival y ración doble para España, pero ni con esas, y un comentarista que estaba más preocupado de si acertaba o no en su quiniela particular que de otra cosa; hasta se permitía el lujo de congratularse y felicitarse por cada acierto, cuando no de pedir a los jurados que no le dejaran mal en sus pronósticos. De traca.
¡PAIS!, que diría Forges.

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