
6 de la mañana, del 12 de junio, San Juan de Sahagún,patrón de Salamanca, en la capital del reino no hay quien duerma del calor. Estos días me acuerdo de lo bien que se descansa en VILLORIA, el fresquito que entra por la ventana, el olor a humedad del agua de los aspersores, la paz y tranquilidad que te da el ruido de los pájaros, grillos,gallos, perros, gatos…lo que viene siendo un pueblo de Castilla, si, esa comunidad de emigrantes que están deseando volver a su tierra, compartir ratos con los amigos, en el bar, la piscina, la verbena,jugando la partida, paseando por la M30, tomando el fresco, jugando con sus hijos en la plaza, disfrutando de la PEÑA, o simplemente relajar nuestra mente, sabiendo que no vas a tener atascos y llegar tarde al trabajo, que tu vecino proteste por qué tus hijos hacen ruido etc etc. Que baratos son estos lujos, si lujos porque ni con todo el dinero del mundo lo tienes en las grandes capitales. El paso del tiempo nos hace valorar más todo esto, cuando somos jóvenes queremos descubrir mundo, fiestas a todas horas, conocer otras culturas pero al final te das cuenta que como en casa en ningún sitio.