Inicio / Colaboraciones / CARTA DE UNOS PADRES A SU HIJA
Unos pequeños cambios y lo que vale para los padres se puede aplicar a los hijos...

CARTA DE UNOS PADRES A SU HIJA


Unos pequeños cambios y lo que vale para los padres se puede aplicar a los hijos…
Querida hija:

Obedece, haz las cosas cuando te lo mandan. Evitarás que te gritemos y que respondas gritando.

Trátanos con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos.
Que seamos familia, no significa que no podamos ser amigos.

Si haces algo malo, cuéntanoslo, nadie mejor podrá comprenderte.

No nos mientas, ni lo hagas delante nosotros, ni nos pidas que mintamos por ti (aunque sea para sacarte de un apuro). Perderemos credibilidad, autoridad y seremos un mal ejemplo para ti.

Cuando te equivoques en algo, admítelo. Mejorará nuestra opinión sobre ti y nos enseñarás a admitir también nuestros errores.

No nos compares con nadie, especialmente con tus amigos.
Si nos haces parecer mejor que los demás, algún día te llevarás un desengaño (y si nos haces parecer peor, seremos nosotros quien lo pasemos mal). Cada uno es como es.

Déjanos ayudarte, esto no excluye que puedas valerte por ti misma. Una ayuda en determinados momentos siempre viene bien, sobre todo si viene de alguien que te quiere.

No nos desobedezcas siempre por sistema. Es cierto que es mejor pedir las cosas por favor que ordenar. Pero a veces es necesario imponer la autoridad y hacer cumplir lo que se manda. Más de una problema se evitará en el futuro y acabarás dando gracias de haber cumplido lo que se te ordenó.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que vas a hacer.
Decide y mantén esa posición.

Cumple las promesas, buenas o malas, así crecerá tu personalidad, tu responsabilidad y tu credibilidad. Ese será tu mejor premio.

Trata de hacerte entender y déjate ayudar Cuando tengas un problema haznos ver lo crucial que es para ti, así evitarás que te digamos: «eso no tiene importancia…»

Es verdad que a veces no predicamos con el ejemplo, es un gran error y lo sabemos. Háznoslo ver y aprende también de nuestros errores.

No cojas todo aquello que te damos. A veces nos excedemos llevados porque queremos lo mejor para ti. Ponnos límite y rechaza aquello que no te sea necesario.

Quiérenos y dínoslo. A nosotros nos gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decirlo.

Unos padres anónimos

Te interesa

Semana Santa. Programa