Para mi madre MELITINA. Cien Rosas rojas por sus cien años de vida

Nos has guiado a nosotros y después de tanto tiempo nos sigues marcando el camino.
Madre, estoy seguro que el día que tu naciste en cielo todo brillaba, como tú has brillado durante toda tu vida, porque naciste un día especial, cuando una estrella guiaba a los Reyes Magos hasta el portal de Belén. Y tú como esa estrella nos has guiado a nosotros y después de tanto tiempo nos sigues marcando el camino para que nuestras vidas sean más fáciles, ¡Gracias madre gracias!!.

Ese día, seis de Enero hoy hace CIEN años, naciste tú. Ya ves madre que día tan hermoso es el de los regalos. Tú sí que fuiste un regalo para nosotros, porque nos diste el mejor que se puede dar: la vida. Nos cuidaste, nos diste amor y calor, nos enseñaste a diferenciar el bien del mal, ¿qué más se puede dar? ¡Gracias otra vez madre, esto no se olvida nunca!.

Por eso, que hermoso es este día, que hermoso tenerte con nosotros para que nos sigas repartiendo amor y calor, como lo hacen las mejores, las escogidas, las que saben dar sentido a la vida y yo espero y deseo que lo seguirás haciendo, durante mucho, pero mucho tiempo más.

Por eso te doy gracias otra vez madre. Por el gran cuadro que de tus hijos has pintado que con tu paciencia has sabido darle los más hermosos colores, color de pasión, color de entrega, colores como no hay otros más cálidos a la vista y a la razón. Además madre tú eres dueña de esta familia que has sabido mantener unida y que se exhibe en el mejor museo en el museo de la vida formando una piña indisoluble.

Ahora, cuando van pasando los años y tu cuerpo ya no es aquel que siempre rebosaba vigor, te digo: ¿qué podemos darte para pagarte toda esa energía que gastaste con nosotros?. Sé que tú no quieres nada, que tú todo nos lo diste por amor y que siempre nos quisiste, como quiere una gran madre, que da todo y jamás pide nada a cambio.

Ahora que tu cuerpo se debilita, ¡nada, nada nos pides!, pero yo sé que también necesitas un poquito del amor que repartiste. No lo dudes madre, no, no lo dudes. En nuestro sentimiento estás tú la primera y aunque yo hoy no te puedo dar el fuerte abrazo que quisiera, porque la distancia me lo impide, sabes que lo siento como si de verdad te abrazara.
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Ahora quiero felicitarte y hago para ti los versos que te mando que los he escrito con todo mi cariño, para con ellos decirte que tu siempre has sido la más grande.

Y por eso esta carta quiero que la publiquen en la revista de Villoría. Besana y así pueda llegar al infinito, para que el mundo sepa cómo has sido y como eres. Cuando cumples CIEN hermosos años. Muchos besos. Madre te quiero,.. SIGI..

Cien Rosas Rojas Para ti Madre Por tus ..100.. Cumpleaños..

Madre hoy para ti y para nosotros es un gran día,
es tanta la luz que el aura de tu cuerpo irradia
que solo lo puede dar una grandísima madre
que solo la puede dar una grande y noble esposa
y por eso yo hoy te doy MADRE una hermosa rosa roja.

Has pasando por la vida volando, en silencio
como incansable y hermosa paloma mensajera,
siempre dándonos noticias bonitas, buenas, alegres,
porque tú eres, noble, sencilla y además graciosa,
y por eso, yo hoy te doy MADRE una hermosa rosa roja.

Al mundo le digo a voces, que el día que tu naciste,
fue un día muy señalado, le llaman la Epifanía
ya ves que suerte la tuya, Jesús fue adorado el mismo día
por eso madre tú eres, dulce, amable, sana y piadosa,
y por eso yo hoy te doy MADRE una hermosa rosa roja.

Tu larga vida es ejemplo de bondad y de verdad
de entrega de pasión y de un noble corazón
has dado todo sin pedir nunca nada a cambio
como lo hacen las madres buenas grandiosas
y por eso yo hoy te doy MADRE una hermosa rosa roja.

Has recorrido el camino como hermosa mariposa
volando de flor en flor en el jardín de tu vida
jardín que con amor tu plantaste, que es grande, muy grande,
una gran obra, nadie puede hacer mejor las cosas,
y por eso yo hoy te doy MADRE una hermosa rosa roja.

Si me preguntan por qué hoy te echo tantas flores,
diré con todas mis fuerzas ¡porque así lo siento yo!
además hay otras cosas grandes y muy importantes,
hoy he hablado contigo y me has contado tantas cosas,
y por eso yo hoy te doy MADRE una hermosa rosa rojas.

Madre, es tu blanca cabellera hermosa color de plata,
yo miro como te miran, cuando por tu lado pasan,
porque ven la reina que tú eres, por eso te quieren tanto
verte a ti de otra manera, ¡no!, tú eres reina y no otra cosa,
y por eso yo hoy te doy MADRE una hermosa rosa roja.

Tu eres luz madre, pero también por ti los años pasaron,
dejando arrugas que marcan el largo camino andado,
el tiempo ya lo sabemos a todos nos va marcando
pero tú vas aguantando, como lo hacen las rocas,
y por eso yo hoy te doy MADRE una hermosa rosa roja.

Si te miras al espejo no cierres nunca los ojos,
ábrelos mucho, porque lo que ves es muy hermoso,
ves una madre que al mundo trajo ocho hijos, sí ocho,
que te quieren, que te adoran, como no se quiere a otra
y por eso yo hoy te doy MADRE una hermosa rosa roja.

Tú eres estrella que siempre resplandece en el ancho cielo,
eres un largo camino adornado con flores que nunca acaba,
eres aurora que alumbra en la oscuridad lejana,
eres nube de primavera que con su dulce agua la tierra moja,
y por eso yo hoy te doy MADRE una hermosa rosa roja.

Tú eres lucero que en la noche marcaste de todos el camino
porque la sinceridad para ti, ha sido y es hermosa
y en tu conciencia, la verdad, siempre ha brillado con luz propia
de bondad y compasión, tu cuerpo siempre rebosa,
y por eso yo hoy te doy MADRE una hermosa rosa roja.

Estos versos que hoy con amor te dedico,
llevan lo más grande que te puede dar un hijo,
llevan cientos de besos que salen de mi corazón,
para felicitarte por tus CIEN años que para mí son poca cosa,
y por eso yo hoy te doy MADRE no una, sino CIEN hermosas rosas rojas.

Sé feliz MADRE en este día, como nosotros te deseamos y recibe
besos de tus hijos Sigifredo y Josefa y tus nietos Flores y Silvia.