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Lo que ha ocurrido esta temporada con las categorías cadetes y juveniles no se le ocurre ni al que asó la manteca

UN DESPROPÓSITO DE CALENDARIO


Lo que ha ocurrido esta temporada con las categorías cadetes y juveniles no se le ocurre ni al que asó la manteca
No corren buenos tiempos para el fútbol modesto. Mantener hoy en día, no ya un equipo, sino 7 como tiene el P. Villoria en las categorías desde prebenjamín hasta aficionados es algo digno de mención. Es evidente que la mayor parte del coste económico que esto supone lo tienen que afrontar los propios interesados, como así se está haciendo hasta ahora. Destacar también la aportación que hace el propio Ayuntamiento cediendo y manteniendo las instalaciones, así como la que hagan otras instituciones, empresas, etc. Esto hace que cada fin de semana y en época de competición, la zona del campo de fútbol sea la más concurrida y visitada del pueblo.

Todo este esfuerzo económico y de trabajo desinteresado necesita de algún aliciente para que tanto jugadores como entrenadores y directivos encuentren una motivación adicional a su dedicación. De esto debería ser consciente la propia Federación. Pero aquí precisamente no parece que se caractericen por tener las ideas demasiados claras al respecto.

Entendemos que coordinar categorías, equipos, campos, y todo lo que hay alrededor de una competición de este calibre, es una tarea dura y complicada, que tiene que haber sus fallos correspondientes. Pero lo que ha ocurrido esta temporada con las categorías cadetes y juveniles no se le ocurre ni al que asó la manteca.

En ambas categorías había 21 equipo inscritos, con lo cual hacer una liga completa con todos nos daría una campeonato excesivamente largo y no habría prácticamente fechas en el calendario para tanto partido. Parece que la solución más fácil hubiera sido crear dos grupos, uno de 10 y otro de 11 en una primera fase y otra segunda fase donde los cinco primeros clasificados de cada grupo se jugaran el ascenso y los otros 11 restantes participaran en otro campeonato al que se le dotara con algún premio de consolación o se le diera un aliciente añadido al meramente deportivo. Esto hubiera sido lo más lógico desde nuestro punto de vista.

Pero aquí parece ser que la lógica no impera y lo que se hizo fue crear tres grupos de 7 equipos cada uno. Consecuencia: En diciembre se había terminado la primera fase y los equipos que no habían quedado en los primeros lugares se quedan con 5 meses de año por delante para jugar una pantomima de campeonato que no motiva a nadie, ni a jugadores, ni a técnicos ni mucho menos a seguidores. Así se crea afición, sí señor. Aquí retomamos lo que decíamos al principio; esto cuesta dinero, y no está el panorama como para pagar equipaciones, arbitrajes y desplazamientos en una liga donde dos tercios de ella se van a jugar partidos prácticamente amistosos. Sus razones habrán tenido, a ver si algún día alguien le pide explicaciones si es que no las dan antes, que muchos nos tememos que no lo harán.

Y para rematar la faena una guinda que ronda lo estrambótico: En la categoría de juveniles, hubo un equipo que ni siquiera comenzó la competición, con lo cual el grupo era de 6 participantes. Pues bien, en la segunda fase ¡¡siguen incluyendo a este equipo a la hora de confeccionar el calendario!!. Sin comentarios.

S.P.P.

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