Besana Villoria – Revista digital Besana de Villoria

SIEMPRE HE ESCRITO COMO SIENTO


Me relaja mucho contar historias porque es la vida misma
Siempre he escrito como siento, y ahora a mis años tengo todo el tiempo del mundo, me relaja mucho contar historias porque es la vida misma, y como hay muchas personas a las que hago felices pues sigo en el carro.

Este verano para mí ha sido muy bueno porque he disfrutado mucho con mis nietos que están de vacaciones, amigos que vienen de fuera y familiares que hace tiempo que no los veía, así que intento disfrutar lo que puedo. Cuantas meriendas han caído, porque nos estamos dando cuenta que lo que nos llevamos por delante es lo que ganas, así que los cuatro kilos que he engordado no es de pasar hambre. Este año yo creo que es el verano que ha venido más gente al pueblo, porque es muy solidario y se lo pasan bien, así que la alameda ha estado bien concurrida donde ya se celebran hasta los divorcios. Yo creo que es como un comedor social porque todos los sábados y domingos ha estado bien animada y eso que estamos en «crisis». Nos juntamos para compartir porque nos damos cuenta que vamos a mayores así que pasamos buenos ratos y nos encontramos más felices, aquí en este pueblo haces una vez los quintos y los tienes de por vida, todos los años lo celebramos, aunque cada año hay alguna ausencia de los que nos dejan.

Luego viene la fiesta que para mí ha sido una de las que más gente he visto y es debido a muchas cosas, la primera el tiempo que hemos tenido, que por la noche sale casi todo el mundo de las casas, es como ir a ver una corrida de toros, si hace frío es corrida pero no es corrida ya que te tiene que caer el sudor por el cuerpo para que te salgan los oles del alma, y esas mocitas preciosas que enseñan parte de su encanto, ahí está el furor de las fiestas y los hombres trajeados de barreras con sus puros de veinte centímetros al estilo de Orson Welles echando humo como una chimenea.

Ha sido muy positivo para toda la gente del pueblo y los que han venido a pasarlo bien, viendo el comportamiento que han tenido y sin ningún follón, esto hay que valorarlo.

La fiesta, si bien un poco más de lo mismo, con un orden y al ser gente nueva la del ayuntamiento habrán fallado en algo, pero estoy convencido que poco a poco se irá subsanando. Una semana cultural chapo por la gente que ha actuado y la gente que hemos llenado el teatro. Pero daría un diez a los señores de la corporación, los que casi todos sin discrepancias han hecho su trabajo juntos, donde creo que se están dando cuenta que el pueblo es de todos y presiento que en Villoria cada vez habrá más respeto, se va a dialogar más y entre todos conseguiremos paz, la base para mi entender está en los que nos gobiernan, porque este es un pueblo en el que nos conocemos todos, no es una ciudad. Creo que estamos abocados a un entendimiento para no dejar un campo contaminado a nuestros hijos y nietos, que son los que tirarán del carro.

Quien me iba a decir a mí que iba a ver juntos a la oposición y a los que gobiernan en el palco de la plaza de toros, también verlos juntos cocinando la vaca y luego repartirla en la plaza. ¡Cuantos años hacía que mi ojos no veían esto!, sintiendo una alegría viéndolos trabajar a todos juntos, esto es querer al pueblo.

No sé si mucha gente estará de acuerdo conmigo, lo que está claro que no me gusta levantar calumnias porque se hace mucho daño, las mentiras no me gustan pero a veces hay situaciones que las tienes que meter, aunque muchas son piadosas. Aquí dejo las fiestas, ahora me cojo una semana de vacaciones con mi mujer, nos vamos a Benidorm a oxigenarnos un poco la cabeza y desconectar del pueblo. No es que mi cuerpo esté cansado pero mi mujer creo que las necesita más que yo, y no puedes pensar solo en ti así que a recoger ideas en otros Lares.
Pues el sábado día 17 nos cogimos el pendingue y nos fuimos a Benidorm, más de lo mismo de todos los años, pero nos encontramos felices, ves a mucha gente de aquí del pueblo y nos da una alegría encontrarnos en la calle «El Coño», en los bailes o paseando por la playa, porque me encuentro con mucha gente conocida, así que nos lo hemos pasado pipa. Pero he llegado al pueblo sin voz y eso no es de no hablar. Ves a gente que se está haciendo mayor como nosotros pero allí te rejuveneces y como las personas tenemos cuatro estaciones, estamos en la última así que se aprovecha lo que puedes. Allí lo que hay es sol, agua, comes bien y sexo el que puede que hay bastante, y los chinos que hay muchos y son inteligentes ponen pilas hasta en los zapatos, así que todo cristo a bailar porque no te cansas.

Ya llega el día de la vuelta, de las despedidas, donde hay abrazos y lágrimas, dejas amigos y gente conocida, así que montas en el autocar y estás deseando llegar a casa para ver a los tuyos, sobre todo a los nietos que nos traen locos. Paramos en la pasarela pasado Madrid para hacer un descanso y nos pusimos mi mujer y yo a comer un bocata en las escaleras de la cafetería, en esto que para un autocar y bajan chavales de 18 a 20 años como potros desbocados, venían de ver un partido de futbol que serían seguidores y como veo que el futbol se está haciendo como la política que hay mucho fanatismo y no nos respetamos pueden salir chispas, así que deduje por los modales que no habían ganado. Que palabrotas madre, se metían con todo quisqui, me sentí avergonzado de estos chavales pero no todos obraban igual, unos con el pelo de cresta a estilo de gallo, otros rapados y otros enjoyados nariz, labios y orejas, que no estoy en contra de ellos que son muy libres de ponerse lo que quieran.

Entran en el local y uno echa mano de Coca-Colas sin pagarlas, la chica se da cuenta y le dice que deje esas Coca-Colas o las pagas, salen por la puerta unas patadas a las papeleras, a los contenedores y todo lo que encontraban por medio, te miraban encarándose como diciendo dónde vas viejo con esa chusma y dije para mí, más viejo será tu abuelo cabronazo, porque si te descuidas te quitan el bocata. ¿Y qué haces?, te ves impotente de estos vándalos que no respetan a nadie, porque si dices algo te devoran, nadie se pone por medio.

Y te das cuenta de los nietos y piensas que les tocara, concluyendo, me pregunto yo ¿que estamos criando personas o monstruos, donde está la guardia civil o la policía si pasa algo? ,o los que mandan los quieren más para sacar multas, o para velar por el pueblo, porque manda leches los estragos que están haciendo en algunas fiestas, niñatos que beben cuatro medios o lo que sea y terminan a palos, con los más débiles, así que termino.

Los abuelos hacemos lo que podemos, los padres seguro que también, no queramos que venga un dictador como hace años con sus secuaces y nos tengan a ralla. No amigos no, como a estos niñatos no los pongan en su sitio nos comen, ¡¡ al tiempo ¡! .

ALFONSO EL PINDOQUE

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