Besana Villoria – Revista digital Besana de Villoria

A BUENAS HORAS…

…MANGAS VERDES
La famosa expresión «a buenas horas, mangas verdes» se utiliza de forma irónica para expresar reproche o lamento porque alguien o algo llega tarde o se hace a destiempo.

Son muchos los autores que coinciden en que este dicho alude a la ineficacia e inutilidad, por la tardanza en acudir, de los soldados de la Santa Hermandad, a los que los lugareños llamaban cuadrilleros o mangas verdes, los cuales vestían un uniforme de color verde y encima, protegiendo el torso, un coleto o chaleco de piel para defenderse de posibles cuchilladas. Lo que no queda claro es la fecha en que este institución comenzó a funcionar, ya que algunos historiadores sitúan su origen en el siglo XI y otros en el siglo XV. En lo que parece existir unanimidad es en que su época de mayor apogeo coincidió con el reinado de los Reyes Católicos (s. XV). Lo más probable es que Isabel y Fernando oficializarán a nivel nacional antiguas hermandades que funcionaban desde hacía varios siglos en el ámbito de determinados municipios.

La Santa Hermandad era una institución que funcionaba en Castilla como cuerpo policial y tribunal de justicia para reprimir, juzgar y castigar los delitos que se cometían a cielo abierto, en el ámbito rural, y que se disolvió muy entrado ya el siglo XIX. Según los cronistas de la época, este ejército se ganó durante los siglos XVI y XVII una merecida fama de impuntuales; cuando llegaban al lugar requerido para prestar auxilio ya se habían producido los daños o cometidos los delitos. A veces tardaban tanto que los vecinos del pueblo en cuestión ya habían resuelto el problema. Poco después, en 1844, se creó la Guardia Civil, organismo de naturaleza militar que asumió gran parte de las tareas de aquella institución.


Esta expresión popular aparece por primera vez en la edición del Diccionario de la Real Academia Española de 1925, pero en la forma: ¡a buena hora, mangas verdes! Y no es hasta la edición de 1989 cuando se recoge también en plural: ¡a buena hora o a buenas horas mangas verdes! descrita como ‘locución figurada y familiar con que se denota que una cosa no sirve cuando llega fuera de oportunidad’.

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