Besana Villoria – Revista digital Besana de Villoria

A BENI, CON AFECTO


Ni siquiera fue en tu pueblo. Tuvo que ser en otro a 50 kms. del tuyo donde la mala suerte, vestida de estúpido imprudente, te ha llevado hasta la sala de un hospital.

Los toros, esos animales a los que algunos quieren eliminar a base de imposiciones absurdas, han formado siempre parte de tu vida. Desde que yo recuerde- y ya no soy ningún jovencito- y en cualquier lugar donde el toro apareciera como protagonista, ahí estabas tú: Beni «el de la señora Eladia» para correr y recortar con valentía y maestría al morlaco de turno.

Eras el referente para todos aquellos jóvenes a los que les gustaba la fiesta de los toros entendida como se entiende en la mayoría de los pueblos: El toro en la plaza o en la calle y enfrentarse a él a cuerpo limpio, con la única defensa de una carrera veloz , la astucia y, cómo no, esa pizca de buena suerte que siempre hay que tener en la vida.

Cuantas tardes de toros y cuantos encierros en tu pueblo y en los pueblos de los alrededores. Que «subidones» de adrenalina y que satisfacción cuando, terminados los festejos, te juntabas con amigos y familiares feliz y contento de haber hecho aquello que te gustaba y sin ningún contratiempo. No hacían falta ni orejas ni rabos.

Eladia, tu madre, lo pasaba mal, como cualquier madre, pero no tenía más remedio que resignarse ante esta afición y esperar, entre rezo y rezo a que todo terminase bien.

Ahora estabas con Eladia. Tu deber como hijo te había traído hasta Villoria para estar un tiempo con ella.

Pero-como solemos decir por aquí- lo que son las cosas: una partidita en el bar, una reunión de amigos, una conversación sobre toros, un lugar donde hay encierro y….inevitable, hablando de toros ahí estabas tú de nuevo Beni, el de la señora Eladia y ni corto ni perezoso: ¡a ver de cerca al toro.!

Fresno el Viejo, un pueblo de Valladolid, pueblo al que me siento unido por razones familiares, ha sido el testigo de este «accidente» y digo accidente porque todo fue provocado por un vehículo, no por un toro. Ya me extrañaba a mí, a ti es más difícil que te coja un toro que a mí, que no voy a verlos.

Espero que esta no se la última experiencia taurina en la que has participado. Eso sí, las próximas, que vendrán sin duda alguna, que sean desde la barrera. Ahora que llegan las fiestas de Villoria te echaremos en falta y estarás en la mente y en el corazón de muchos de tus paisanos: Beni «el de la señora Eladia», genio y figura.

Suerte y recupérate pronto. Un abrazo

S.P.P.

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